Elogiado tanto dentro como fuera del país por su respeto a la institucionalidad democrática y los derechos humanos, las medidas económicas de Soglo acabaron por minar su popularidad.
[2] Mathieu Kérékou, que había ejercido la presidencia durante los diecinueve años de régimen comunista, se presentó como candidato independiente y fue apoyado por el Frente de Acción para la Renovación y el Desarrollo (abreviado como FARD-Alafia), un partido socialista democrático.
[4] Los resultados finales, revelados dos días más tarde, demostraron la división étnica y regional del país.
[4] El Tribunal Constitucional había declarados nulos 540.653 votos, que equivalían al 22% de los sufragios emitidos.
[4] Soglo se negó a aceptar el resultado y presentó una denuncia de fraude electoral al Tribunal Constitucional.