De acuerdo con estas cartas, el Presidente de la Nueva Granada (1857) y el de la Confederación Granadina serían elegidos mediante voto directo.
En los comicios de 1857 se eligió como presidente a Mariano Ospina Rodríguez, con el volcamiento de la balanza política al Partido Conservador, de forma tal que en 1858 su mayoría legislativa redactó la constitución de la Confederación Granadina.
En desconocimiento del gobierno de Ospina, en 1860 Tomás Cipriano de Mosquera encabezó una guerra civil apoyada por los liberales.
En ese contexto se dio una elección presidencial con candidatos apoyados por facciones del conservatismo: el dirigente caucano Julio Arboleda y el general y expresidente de la Nueva Granada Pedro Alcántara Herrán.
Sin embargo, su mandato sólo duró un mes, al ser depuesto por Tomás Cipriano de Mosquera en el triunfo del levantamiento liberal.