Se presentaban también debates sobre una profunda reforma a la centenaria Constitución de 1886 a la cual se aplicaría una última reforma que sería la elección popular de alcaldes y gobernadores, se debatía también proseguir los diálogos con la subversión iniciadas en la gestión anterior y también la lucha contra los carteles de la droga.
Para ese entonces la popularidad caía sobre los liberales, pero sobre todo sobre Virgilio Barco y el disidente Luis Carlos Galán.
La convención conservadora decidió elegir a Álvaro Gómez Hurtado quien aún haría su intento de ganar las elecciones siendo así una esperanza para el partido.
Recién consolidada la Unión Patriótica (UP) desde Casa Verde se anunció la candidatura del líder político de las FARC-EP Jacobo Arenas, pero tras amenazas recibidas decidió renunciar a la candidatura siendo sucedido por el jurista Jaime Pardo Leal elegido en la primera convención del movimiento, mientras que para las elecciones parlamentarias se postulaban los guerrilleros en tregua "Iván Márquez" y "Braulio Herrera".
La veterana metafísica Regina Betancourt de Liska se lanzó como independiente al igual que Juan David Pérez Gaviria, entre otros.