[3] El mensaje también fue enviado a los líderes del Partido Republicano Ricardo y Manuel de Jesús Jiménez Oreamuno y Tobías Zúñiga Castro, quienes aceptaron los puntos de la carta.
El Partido Republicano propuso al excanciller Cleto González Víquez como candidato, pero fue rechazado, mientras que el Partido Civil propuso a Octavio Béeche Argüello, quien tampoco fue aceptado.
Ante esta situación, fue responsabilidad del presidente Iglesias proponer un candidato, y eligió a Ascensión Esquivel Ibarra, quien había pertenecido al grupo intelectual "El Olimpo" y había sido su rival político en las elecciones de 1889.
Aunque esta elección sorprendió a los republicanos, no resultó inesperada para los civilistas, ya que Esquivel había ocupado cargos durante la administración de Iglesias.
Los republicanos que apoyaban la candidatura de Máximo Fernández, conocidos como Fernandistas o Neo-republicanos, criticaron fuertemente que el presidente Iglesias se hubiera otorgado a sí mismo la facultad de escoger un candidato presidencial y que, además, este fuera aceptado y legitimado por la mayoría de la oposición.