Las elecciones presidenciales del Perú de 1858 se dieron poco después de la guerra civil peruana de 1856-1858.
Si bien la rebelión de Manuel Ignacio de Vivanco fracasó, su intención era acabar con la influencia de los liberales en las decisiones de gobierno.
Ramón Castilla optó por convocar a elecciones para un Congreso Extraordinario y para la elección del Presidente Constitucional, ya que él era solo Presidente provisional.
Él mismo se presentó como candidato, y los liberales lanzaron al general José Miguel Medina.
Realizadas las elecciones, triunfó Castilla.