[1] En simultáneo, por medio de un acuerdo entre el gobierno y la oposición, se realizaron las elecciones parlamentarias, la primera vez que ambos comicios coincidieron desde 1998.
[5] Aunque algunas predicciones y análisis preelectorales anticiparon una contienda mucho más cerrada, el resultado fue una amplia victoria para Ramkalawan, que logró el 54,91% de los votos válidamente emitidos, evitando de este modo una segunda vuelta electoral.
Simultáneamente, la Unión Democrática Seychellense obtuvo un rotundo triunfo en los comicios parlamentarios, garantizándole al gobierno entrante una mayoría de dos tercios.
Esta debacle, que implicó la primera derrota electoral del partido gobernante desde su llegada al poder, motivó la renuncia de Michel en octubre, y su reemplazo por el vicepresidente Danny Faure.
Para ser elegida, una fórmula presidencial debe obtener una mayoría absoluta de votos válidos (50% + 1) en primera instancia.
[12] Sin embargo, la idea fue desestimada cuando la justicia determinó que los porcentajes electorales se obtienen en base a los votos válidos emitidos.
Sin embargo, el secretario general del partido, Ahmed Afif, declaró que el retiro del partido era «ilegal» y que no se estaba realizando de acuerdo con la constitución partidaria, pues no se había realizado una discusión interna previa a tomar la decisión.
Faure se había «distanciado» del partido durante su presidencia, en gran medida para perfilarse como un mandatario neutral y conseguir consensos con la Asamblea Nacional de mayoría opositora.
Sin embargo, Faure no se expidió al respecto durante más de la mitad de su mandato, y los primeros meses del año 2019 mostraron varias especulaciones mediáticas sobre si se presentaría o no a los comicios.
Pillay confirmó su recuperación exitosa y retornó a Seychelles días más tarde, concediendo una entrevista en la que buscó nuevamente perfilarse como un candidato potencial, anunciando que LS realizaría su convención partidaria a principios de 2020.
[35] Pillay expresó su conformidad con las fechas propuestas por la Comisión Electoral para la realización de las elecciones generales en octubre y anunció al mismo tiempo su candidatura.
[36] Retiró su postulación el 14 de septiembre, alegando que prefería presentarse como candidato a la Asamblea Nacional.
[39] La propuesta, sin embargo, se encontró con reacciones mixtas por parte de la oposición (con mayoría en el legislativo).
[48] Declaró estar «listo para volver a trabajar para Seychelles» si resultaba reelecto, y cuestionó los pedidos de realizar una campaña electoral convencional como peligrosos, aclarando que el mundo no se encontraba en una «situación normal».
[49] Recordando que estaba por cumplir treinta años desde el inicio de su carrera política, Ramkalawan se comprometió a respetar el resultado electoral y sostuvo que la elección estaba «totalmente en manos del pueblo de Seychelles».
[4] Pillay anunció que disputaría la desestimación por vía judicial,[51] pero al final declinó a favor de Faure.
[17] La vivienda fue uno de los principales tópicos tratados durante la campaña, mientras que la cuestión sanitaria cobró fuerza tras el surgimiento del COVID-19.
[52] Exaltó sus credenciales como servidor público civil, en contraste con sus predecesores (James Michel y France-Albert René), ambos «militares que se convirtieron en presidentes», destacando que, por lo tanto, su administración como comandante en jefe «no estaba influida por la forma militar de hacer las cosas».
Faure denunció que la LDS había abusado del control legislativo obtenido en 2016 con el único objetivo de debilitar a su gobierno, afirmando que «habríamos logrado mucho más como país», si la Asamblea Nacional hubiera aprobado sus nombramientos ministeriales.
[56] En el lanzamiento del documento, Ramkalawan hizo hincapié en la lucha contra las drogas, en particular en la rehabilitación de los adictos.
[57] Describió los altos costos de vida como uno de los problemas más graves que enfrentaba el país y propuso diversificar la economía, aunque admitió que no se podía sugerir dejar el turismo como principal motor económico sin ser «poco realista».
Criticó el acuerdo firmado por el gobierno con la Unión Europea, que permitía a sus Estados miembros pescar en aguas seychellenses con relativa libertad, y defendió que «los barcos atuneros de la zona enarbolen la bandera de Seychelles».
[57] Con respecto a las cuestiones sociales resaltadas durante la campaña, St Ange fue el candidato con posturas más explícita y agresivamente abiertas.
[60] Aunque los candidatos y moderadores sen particular no utilizarían mascarillas, todos los demás asistentes, así como el personal, sí lo harían.
[60] Se daría a los candidatos un minuto para responder a cada una de las ocho preguntas sobre distintos temas (entre los cuales se encontraban la educación, la salud, la economía y las relaciones exteriores), luego tendrían cuatro minutos para debatir entre ellos bajo la intervención de los moderadores.
[62] En materia económica, Faure defendió su gestión y achacó las problemáticas recientes a la pandemia, mientras que Ramkalawan propuso la diversificación y un enfoque mayor en la industria pesquera por sobre el turismo, así como en la agricultura como fuente de divisas.
[64] Después del segundo debate, St Ange dirigió una crítica velada a Ramkalawan por haber utilizado sus últimos minutos para realizar un «ataque personal» contra las «terceras fuerzas que se levantan para defender lo correcto», y señaló a los dos candidatos mayoritarios por haberse «escudado» detrás de la pandemia para convencer a la población de votar por ellos, alegando que «la pobreza, aunque agravada por el Covid-19, ya existía mucho antes, cuando el Sr. Faure y el Sr. Ramkalawan controlaban sus respectivos poderes».
Superó el 60% de los votos en otros tres distritos (Anse Etoile, Bel Ombre y Saint Louis).
[81] Tras conocerse estos resultados, el presidente saliente declaró: «hemos escuchado la voz del pueblo de Seychelles que ha decidido.
Acepto la decisión y el deseo del pueblo a través de esta elección.