Las elecciones primarias en Costa Rica, popularmente llamadas “convenciones nacionales” son mecanismos mediante los cuales los partidos políticos del país escogen a sus candidatos presidenciales.
[1] Según el historiador Eduardo Oconitrillo, la primera “convención nacional” de la historia en Costa Rica para elegir un candidato presidencial se realizó para las elecciones de 1910 en donde el Partido Republicano escogió en un evento realizado en el Teatro Variedades, casi unánimemente entre dos mil delegados, al muy popular y carismático Ricardo Jiménez Oreamuno, que venció en los comicios a Rafael Yglesias Castro, quien había sido previamente un presidente autoritario.
Para el efecto se formó una comisión constituida por Alfredo Volio, Mario Echandi, Ricardo Castro Beeche, Marcial Rodríguez Conejo, Carlos Monge Alfaro, Roberto Salazar, Fernando Valverde Vega y Eloy Morua Carrillo.
Se requirieron tres rondas de votación, con los siguientes resultados: Ulate obtuvo 780 votos, Castro Cervantes cosechó 690 y Figueres 419.
Esto causó fuertes cuestionamientos a los comicios, en especial porque los partidos perdedores de la guerra (el calderonista Republicano Nacional y el comunista Vanguardia Popular) estaban ilegalizados.
No ha sido poco común que el candidato perdedor de las primarias liberacionistas se separe y forme partido aparte, como sucedió con Jorge Rossi y su Partido Independiente en los cincuenta y que pudo haber causado la primera derrota electoral del PLN al dividir el voto socialdemócrata o por parte de Carazo en los setenta quien en algún momento sería el candidato ganador de una coalición opositora llamada Coalición Unidad.
La primera convención nacional realizada por el PAC fue en 2009 donde se le disputó la candidatura a Solís por parte de la exdiputada Epsy Campbell y el empresario Román Macaya.