Se realizaron varios meses después de las elecciones legislativas, en las que la oficialista Unión Cívica Radical (UCR), había triunfado por amplio margen ante una oposición dividida.
Debido a su división en un sector "azul" (favorable al gobierno nacional) y un sector "rojo" (opositor), el radicalismo concurrió con dos candidaturas diferentes, la fórmula azul Elpidio González - Rómulo Argüello, y la fórmula roja Alberto Durrieu - Irinco de Anquín.
Ya las divisiones habían propiciado la derrota del radicalismo en varios procesos electorales legislativos o municipales, lo cual provocó la renuncia de Eufrasio Loza a la gobernación y la llegada al poder de Julio Borda, su vicegobernador.
En contraste, el conservadurismo, carente de consenso a nivel nacional, se presentó en Córdoba bajo el Partido Demócrata con la fórmula Rafael Núñez - Jerónimo Del Barco.
Sin embargo, el presidente Hipólito Yrigoyen vetó el proyecto, argumentando que el proceso electoral había sido limpio y que contaría con su apoyo cualquier gobierno provincial que se adhiriera a los preceptos constitucionales.