[3] Del interés que despertó en su época da fe la existencia de tres ediciones, dos españolas y una chilena.
[4] La primera edición se publicó en Madrid, en 1839, impresa por la imprenta de Salvador Albert.
La calidad de las láminas es muy alta, ya que Ezquerra del Bayo había estudiado dibujo durante su destierro por razones políticas en 1823, e incluso había trabajado varios años como pintor en el taller de Vicente López.
[6] En su libro define con precisión muchos términos, (por ejemplo, discute la diferencia entre mina y criadero, señalando además el error conceptual implícito en la segunda), adapta otros, como estemple,[7] y acepta sin modificaciones otros más, como stockwerk, palabra que antes habían adoptado los franceses[1] y que aún actualmente es de uso general.
[8] Dado que Ezquerra había estado en Inglaterra para estudiar las tecnologías que se utilizaban entonces en este país, pudo incluir en su libro las máquinas de vapor utilizadas en la extracción y la metalurgia al coque.