Nacida en Waidmannslust, un barrio de Berlín, Alemania, Brink inició su carrera cinematográfica en los años veinte tras recibir formación en la escuela profesional.
En la época del cine mudo protagonizó algunas películas dirigidas por Georg Jacoby, con el cual llegó a casarse.
En 1930 hizo el papel de Friederike Brion, un amor juvenil de Johann Wolfgang Goethe, en el film Die Jugendgeliebte.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, la actriz probó – aunque sin éxito – subir al escenario.
Su última actuación fue un pequeño papel en una cinta de Johannes Meyer.