Sin embargo, se la asocia habitualmente con la literatura infantil y con las traducciones; campo este en el que tradujo al checo, entre otras, obras de Pushkin (Borís Godunov) y de Byron (Childe Harold).
Krásnohorská convirtió el suplemento en una verdadera revista mensual seria, con análisis de asuntos nacionales e internacionales y atención a la situación de la mujer y a los movimientos femeninos en Europa.
En su época, su poesía recibió críticas por su matiz erótico, que se percibía como demasiado explícito e inadecuado para una mujer.
Después de su muerte se publicaron, en 1928, sus memorias, con el título Co přinesla léta (Lo que me trajeron los años), considerada su obra más importante, junto con los libretos operísticos.
Antes había publicado otro libro autobiográfico: Z mého mládí (De mi infancia).