Tras mudarse a Bremen, desde 1909, vivió con su hermana Felicitas, fotógrafa, y con la pintora Anna Goetze, con quienes trabajó en conjunto organizando exhibiciones y participaron de varias asociaciones.
En esa área, se basó en el estilo Biedermeier, diseñando habitaciones sencillas, coloridas y estructuradas con algunas piezas de mobiliario destacado, con las cuales logró participar de varias exposiciones que la llevaron a adquirir un gran reconocimiento por el público.
En 1906, diseñó el interior de una hogar para niños, con el objetivo de que mujeres solteras y madres trabajadoras, pudiesen dejar a sus hijos cuando no pudieran cuidarlos.
Dicha obra, la acercó, por primera vez, a defender los derechos de las mujeres.
Así mismo, le trajo más encargos, por lo que años más tarde, diseñó junto a Heinrich Vogeler, habitaciones pacientes infantiles y personal de enfermería para el hospital Vereinskrankenhaus.