Elisabetta Manfredini-Guarmani

Su padre, Vincenzo Manfredini, era un conocido compositor y teórico musical que estuvo activo en la corte rusa desde 1758 hasta su regreso a Bolonia en 1769.

[3]​ Otras fuentes anteriores han indicado el año de su nacimiento como 1786 y 1790, aunque no proporcionan el día ni el mes exactos.

[6]​ Sin embargo, Francesco Regli escribiendo en 1860 la describió como proveniente de una "familia respetable que había atravesado tiempos difíciles".

[7]​ Su primera actuación recibió muchos elogios, y el crítico de Il Redattore del Reno escribió:La signora Elisabetta Manfredini Guarmani, que ha aparecido por primera vez en el escenario [...] encanta con la gracia de su canto que toca profundamente el alma.

Adelaide tuvo solo un éxito modesto cuando se estrenó en el Teatro Argentina de Roma.

La Gazzetta di Bologna informó que la música no se adaptaba bien a ella y que su voz se había visto afectada por los vapores de las lámparas de aceite utilizadas para iluminar el teatro.

[9]​ Aunque este fue el último papel de Rossini que creó, siguió actuando en múltiples reposiciones de sus otras óperas hasta 1824, apareciendo como Desdémona en Otello, Cristina en Eduardo e Cristina, Zenobia en Aureliano en Palmira, Elcìa en Mosè en Egitto, y el papel principal en Zelmira .

[10]​ Intercalados con su trabajo en las óperas de Rossini, Manfredini-Guarmani creó varios papeles en óperas de otros compositores menos conocidos en la actualidad, especializándose en lo que Caprioli llama la heroína prerromántica "frágil y perseguida".

[12]​ La relación de Manfredini-Guarmani con el aristócrata y compositor boloñés Francesco Sampieri es anterior a su carrera profesional.

Tanto su canto consumado como su noble presencia escénica la hacen merecedora del elogio unánime que recibe.

Elisabetta Manfredini-Guarmani
Teatro del Corso de Bolonia, donde Manfredini-Guarmani hizo su debut profesional el 11 de marzo de 1810
Reparto para la representación de Las estaciones de Haydn en la Accademia Filarmónica de Bolonia, el 10 de mayo de 1811
Teatro La Fenice de Venecia donde Manfredini-Guarmani cantó en los estrenos mundiales de Sigismondo y Tancredi de Rossini, Teodoro de Pavesi y Euristea de Coccia