La Primera Guerra Mundial le obligó a regresar a Estados Unidos, donde no dejó de interesarse por la ornitología, ayudando de forma voluntaria en el Museo Americano de Historia Natural, de cuyo equipo pasó a formar parte en 1918 hasta su fallecimiento.
Casada en segundas nupcias con Walter Wehle Naumburg, sus primeros trabajos llevaron la firma de su primer esposo, Victor Reichenberger.
En sus inicios trabó enseguida amistad con Frank Michler Chapman, lo que le permitió extender su campo de intereses y dedicarse plenamente a la ornitología.
Fue Chapman quien le indicó la importancia de estudiar y catalogar las aves de la zona del Mato Grosso en Brasil.
En Brasil conoció al coleccionista Emil Kaempfer, al que contrató para distintos trabajos de campo y con quien mantuvo una fructífera alianza.