Sus hermanos se llamaban Félix, Angelina, María Antonia y José Luis.
Viajó a Buenos Aires con el maestro Codoñer, donde permanecieron varios años, recorriendo los teatros de América Latina.
En la temporada 1932-1933 volvió a Barcelona, al Teatro Victoria, donde tuvo un gran éxito con sus tangos, género que habían popularizado anteriormente en la ciudad artistas de la talla de Carlos Gardel, Francisco Canaro y Azucena Maizani.
A pesar estrenar cuplés tan famosos como La chica del 17, más que una cupletista, fue una «cantante popular», acercándose a lo que más tarde se conocería como «cantante ligera».
Contrajo matrimonio con el teniente coronel Alfonso de los Reyes, militar republicano, con quien tuvo dos hijas: María Antonia y Angelita.