Normalmente lo declaran un grupo de naciones contra otra, a fin de aislarla y situar a su gobierno en una situación interna difícil, puesto que los efectos del embargo a menudo hacen que su economía padezca.
El embargo se utiliza normalmente como un castigo político por determinadas políticas previas con las que no se está de acuerdo, aunque su naturaleza económica con frecuencia deja el espacio suficiente para dudar sobre los verdaderos intereses que resultan beneficiados por la medida.
En un intento de hundir la economía del Reino Unido, se creó el Sistema Continental que prohibía a las naciones europeas comerciar con el Reino Unido.
A pesar de que la Ley Federal de los Estados Unidos no prohíbe la participación en un embargo, sí prohíbe la participación en un embargo secundario.
La reacción típica al sometimiento a un embargo es el desarrollo de la autarquía.