Una vez dispuesto el personal del ejército ecuatoriano en lugares estratégicos, esperó pacientemente la llegada de la columna peruana.
Maldonado, los dejó pasar para después, una vez que el pelotón fuere atacado por el personal emboscado, taponar la posible vía de escape.
La acción duró aproximadamente 15 minutos, pero fue suficiente para que el pelotón peruano fuese aniquilado casi por completo.
[1] En cuanto al prisionero Sargento 2º GC Emiliano Tapia Díaz, fue conducido a Cuenca, Guayaquil y Quito donde permaneció recluido hasta el 2 de diciembre, fecha en que fue liberado junto con otros 2 soldados peruanos que los ecuatorianos habían tomado en el ataque a Panupali, cerca de Piedras.
Los ecuatorianos, sabiendo que la respuesta peruana, tanto por las tropas del sector, como por la aviación, no se haría esperar, abandonan el terreno de la acción.
El sargento Novoa, quien logró alcanzar el río Jubones para luego dirigirse a Pasaje, en un parte narró lo ocurrido.