Emigración filipina

Filipinas se estableció como el país modelo para la aplicación del programa, dadas sus relaciones pasadas con el EE. UU.

del cual participaron numerosas estudiantes filipinas, quienes fueron a trabajar y estudiar durante dos años, generando una primera ola de enfermeras, y en Nueva York se establece la Philippine Nurses Association.

[4]​ La demanda de trabajadores extranjeros volvió a hacer su efervescencia en los años 70, con el auge del petróleo en Medio Oriente.

Se creó una agencia estatal encargada de prestar ayuda en temas laborales, tales como el contrato y el visado.

[5]​ La política filipina de migración laboral se ha enfocado históricamente en difuminar las barreras para que los trabajadores accedan a un empleo en el extranjero y los distintos gobiernos mantienen su aplicación y perfeccionamiento.

Los estándares laborales varían mucho según las regulaciones del país anfitrión y la aplicación.

[6]​ Desde que aumentó la demanda mundial de trabajadoras domésticas y de la salud, el gobierno filipino ha abierto su política pública para promover a las mujeres que trabajan en el extranjero.