En 1857, su hermano Henry G. Stebbins (director de la Bolsa de Nueva York) le ayudó económicamente para viajar a Roma, a donde se mudó con la escultora Harriet Hosmer.
Durante esa etapa, Stebbins fue alumna de John Gibson, un estudioso neoclasicista inglés.
Stebbins dedicó todo su tiempo a cuidarla, dejando de lado su trabajo durante los dos años siguientes.
Tras la muerte de Cushman, en 1876, Stebbins no volvió a crear ninguna escultura nueva.
Según la historiadora especializada en Central Park, Sara Cedar Miller, Stebbins recibió el encargo gracias a la gran influencia de su hermano Henry, quien por entonces era Presidente de la Junta del parque.