Se llama empedrado al pavimento hecho de piedras.
Así Isidoro de Sevilla escribe: primúm autem Poeni dicuntur lapidibus stravisse.
[3] En el Imperio Romano seguiría con la tradición, aunque hasta donde tenemos constancia prefirieron el enlosamiento con grandes piedras.
Londres se saneó notablemente desde 1542 cuando empezó a empedrar sus calles.
El Proyecto de Ley Orgánica de Sanidad pública española de 1821 disponía que en todos los pueblos donde hubiese proporción se empedrasen sus calles y plazas, y que en las poblaciones donde no hubiese proporción o fondos para ello, se solasen con cascajo o escombros.