Encontrados

[1]​ En el año 1530, después que Ambrosio Alfinger funda a Maracaibo, emprende una expedición hacia el sur por Perijá, antes llamada serranía de Itotes, en Ocaña y muere al enfrentarse a los indígenas chitareros.

Su lugarteniente Nicolas Federmann sigue hasta los valles de Cúcuta, desde donde regresa a Maracaibo siguiendo el curso del río Zulia que vierte sus aguas al río Catatumbo; este encuentro de los ríos lo llaman "los ríos encontrados".

Si en ello tuvo que ver la presencia del aceite negro, este fenómeno tuvo que presentarse a finales del cretáceo y principios de nuestra era cuaternaria; al menos así se ha de presumir, si nos atenemos a las explicaciones del mundo científico que le ha dado explicación al fenómeno.

Su ubicación está posiblemente asentada sobre la confluencia de los ríos Zulia y Catatumbo.

Este fenómeno consiste en un relámpago de luz que en forma periódica y muy brillante, se presenta todas las noches en la parte celeste del área indicada.

Este fenómeno es ajeno a cualquier clase de ruido atmosférico, aun cuando la voz popular afirma la existencia de un ruido sordo, subterráneo en el lugar en que aparentemente se presenta el fenómeno.

Debe haber algo especial en la atmósfera de la región en la que se forma, pues no hay noticia que en otros países petroleros del mundo se haya presentado en alguna oportunidad este fenómeno tan atrayente.