Siria ve esto como una grave invasión de su soberanía nacional e integridad territorial.
Las dos naciones cortaron las relaciones diplomáticas al comienzo de la guerra civil.
Las fuerzas progubernamentales lucharon del lado de las Fuerzas Democráticas Sirias durante la operación militar turca en Afrin, mientras que el ejército sirio luchó junto a las SDF contra Turquía y la TFSA durante los enfrentamientos de Tell Rifaat en 2019.
Esta situación creó los requisitos previos necesarios para una confrontación entre las fuerzas armadas turcas y sirias.
[3] Después de la respuesta del gobierno turco y la confrontación con el ejército sirio, Rusia negó que el gobierno sirio estuviera involucrado en los ataques, culpando a los rebeldes sirios en lugar de llamarlos "terroristas", y acusó a los rebeldes de atacar posiciones turcas, el gobierno ruso También afirmó que el gobierno turco había pedido ayuda al ejército ruso para proteger a las fuerzas turcas en Idlib y que el gobierno turco había dado las coordenadas de las posiciones rebeldes al ejército ruso, lo que fue negado por Turquía.
Los ataques aéreos resultaron en bajas entre las fuerzas rebeldes que acompañaban al convoy, matando a un comandante de Faylaq al-Sham.
Siria rechazó la declaración turca, alegando que el convoy llevaba armas y municiones destinadas a varios grupos rebeldes que luchaban contra el gobierno.