El Enka ya no es usado como instrumento para el activismo político, pero esta etapa se cree que fue el comienzo de su forma lírica.
La guitarra e instrumentos orquestales por lo general son el acompañamiento principal, mientras que los instrumentos tradicionales japoneses como el shamisen, koto, y tambores de taiko son usados de forma más moderada, apareciendo en momentos claves para proporcionar un toque típico oriental.
Dentro de las exponentes femeninas lo más probabe es que la indiscutida "Reina del Enka" sea la cantante Hibari Misora.
Allí volvió a casarse y tuvo una hija, quién finalmente se ha convertido uno de los íconos del J-Pop, Hikaru Utada.
Una enorme estrella, Sayuri Ishikawa, hizo su debut en 1977, y es todavía una cantante vigente hasta el día de hoy.
Dentro del género masculino también se encuentran grandes exponentes, como Hachiro Kasuga, quién cantó el primer éxito de la posguerra, "Otomi-San" en 1954.