[7] Decenas de folletos tenían una bandera o escudo azul y blanco dibujados a mano en la esquina.
Fueron expulsados del centro docente y enviados a un campo de trabajo.
Enn Tarto fue condenado a cinco años de prisión.
Junto con él, también fueron condenados Jaan Isotamm, Voldemar Kohv, Jüri Rebane, Lembit Soosaar, Jüri Lõhmus, Tõnis Raudsepp y Enn Kaupo Laanearu.
Enn Tarto fue liberado de este encarcelamiento en 1967,[3] y en 1969 pudo reincorporarse a las aulas universitarias.
Fue miembro del parlamento estonio, representando a tres partidos distintos entre 1992 y 2003.
[7] Para Tarto la iglesia era la base de la espiritualidad del pueblo estonio.