En la mitología griega, las conocidas como Enótropos[1] o Enotropeas (en griego Οἰνοτρόπαι, Oinotrópai u Οἰνοτρόφαι, Oinotróphai) eran las hijas de Anio y una tal Doripe,[2] que se corrige por Dríope.
[3] El nombre colectivo[4] de las muchachas significa «Viñadoras»[5] o «Viticultoras»,[6] como a veces se traduce en español.
Son tres en número: Espermo (Σπερμώ, «semilla», refiriéndose al grano de trigo), Eno (Οἰνώ, «vino») y Elaide, Eleda o Elais (Ἐλαΐς, «aceite de oliva»).
[2][9] Cuando los griegos llegaron a Delos en su travesía hacia Troya, Anio trató de convencerlos para que permanecieran allí nueve años, pues sabía que por sus dotes proféticas el décimo año destruirían Troya.
Traicionadas por uno de sus hermanos las tres no tuvieron más remedio que entregarse, pero invocaron a Dioniso, quien, como las tres estaban muy unidas, las transformó en palomas blancas, y desde entonces las palomas están muy protegidas en Delos.