Sus inicios en este medio fueron con el personaje Virutica, después le dio vida a Chicharito, que luego se mantuvo por más de 10 años en la radio como parte del dúo Chicharito y Sopeira, en las voces de Federico Piñero y Alberto Garrido.
Desde 1979 hasta su muerte participó también el programa Alegrías de Sobremesa, junto a Idalberto Delgado y Wilfredo Fernández.
Su primera experiencia cinematográfica fue en 1950, en la película Que suerte tiene el cubano, a la cual le siguió Nuestro hombre en La Habana (1959), con Noel Coward, Alec Guinness y Mauren O’Hara.
Es en este medio, junto al teatro, donde Enrique Arredondo hizo sus mayores y más recordados aportes.
En Cuba se recuerda una anécdota según la cual, en una transmisión en vivo de este programa el personaje de Bernabé amenaza a su nieto con si no te portas bien, te voy a castigar viendo muñequitos rusos; frase que le costó al actor una dura sanción laboral.
Enrique Arredondo fue uno de esos artistas populares formados gracias al talento y a la experiencia en los escenarios.