Su hermano menor, Augusto Bolognesi, fue también un héroe de la Guerra del Pacífico.
Hizo el largo trayecto durante 20 días, sorteando innumerables obstáculos y evadiendo al enemigo, llegando totalmente agotado a Arequipa y generando la admiración de los pobladores.
[6][7] Estuvo un tiempo en Arequipa, donde se enteró del sacrificio de su padre en Arica.
Al ver que se hallaba alejado del teatro bélico, solicitó su traslado a Lima.
Resultó con dos heridas, una por un disparo enemigo que le rozó la cabeza, y otra por haberse reventado el cañón que operaba, uno de aquellos cañones hechos en la fundición improvisada de Piedra Lisa.
Marchó a la línea defensiva que aún se mantenía en pie en Miraflores, con la cabeza vendada y con las heridas todavía sangrantes.