[2] En su infancia pasó un tiempo en Miramar, trasladándose luego a la provincia de Entre Ríos, donde su padre fue chacarero y él trabajó como peón rural.
[3] Según relató a Ramón Columba, un juez de paz le ofreció registrarlo como argentino nativo, pero él prefirió que todos supieran que había elegido la Argentina voluntariamente.
[3] En 1904 se recibió de médico y se casó con Luisa Campodónico; al año siguiente fue nombrado jefe de clínica del Hospital San Roque —actualmente Hospital José María Ramos Mejía.
Tenía un estilo discursivo ágil, con frecuentes toques de humor y un análisis profundo.
[3] En esas elecciones fue nuevamente elegido diputado nacional, cargo para el cual sería reelegido en 1936.
[2] Con el surgimiento del peronismo, Dickmann apoyó la posición de enfrentamiento completo del Partido Socialista con las políticas implementadas por Juan Domingo Perón, a quien acusaba de fascismo, y de oportunismo por haber llevado a la práctica desde el poder aquello por lo que los socialistas había luchado durante medio siglo.
[2] Los éxitos del peronismo y la defección de muchos de sus dirigentes sindicales —como los ministros Ángel Borlenghi y Atilio Bramuglia— que se incorporaron al partido del gobierno, junto a los sucesivos fracasos electorales, llevaron al Partido Socialista a una crisis permanente durante la década peronista.
No obstante, el partido —dirigido por Américo Ghioldi y Alfredo Palacios— se decidió por una estrategia abstencionista, que profundizaba el enfrentamiento con Perón y alejaba aún más al partido de la posibilidad de recuperar su prestigio entre la clase obrera.
Un grupo dirigido por Saúl Bagú fundó un efímero Movimiento Socialista, al que se unieron muchos dirigentes de segunda línea, en su mayoría ya expulsados del partido.
Dickmann logró además que se le permitiera volver a editar La Vanguardia.
También se incorporó al partido el historiador e intelectual comunista Jorge Abelardo Ramos, que publicó un periódico propio, de efímera vida, Izquierda.