[3] Fue además director del Museo Nacional y profesor de artes plásticas.
Su «Soneto para morir», que Fernández Morales escribió antes de cumplir los 30 años y que es considerado por el escritor Ernesto Cardenal como el mejor soneto nicaragüense, habla sobre la penetración anal.
La temática también está presente en una colección de poemas que Fernández escribió sobre ángeles y que, aunque autores como Julio Valle Castillo interpretaron solo desde la perspectiva religiosa, académicos han señalado como claramente inspirados por los deseos homoeróticos del propio poeta, por ejemplo en los versos: «Lo acomodé en mis brazos, dentro del hueco / siempre tibio y abierto, que conserva / la medida precisa de sus miembros».
[8][4] Judas, al igual que otras piezas poéticas del autor, posee elementos homoeróticos en su abordaje, con Judas mostrando un enamoramiento por Jesús y su traición hacia él siendo presentada como consecuencia del despecho ante su indiferencia.
La obra finaliza con el suicidio del protagonista, de este modo enmarcándose en la tendencia a culminar con finales trágicos que otras obras literarias LGBT tenían en la época.