Citando al profesor Lorenzo Peña y Gonzalo, Enrique Luño fue «…un pensador católico en la España de los años 30, perteneciente a un círculo que también abarcaba a Luis Recasens Siches y Luis Legaz Lacambra.
Cada uno de ellos va a seguir su propio recorrido vital, institucional y académico.
En su evolución posterior, tras la hecatombe bélica de 1936-39, Luño Peña sufre el impacto del ambiente oficial, angosto y anquilosado por el monocultivo y el empobrecimiento intelectual; tal impacto también se traduce en un mayor ajustamiento de su propia obra a los moldes de la tradición escolástica.»[3] Entre 1945 y 1951 fue procurador en las Cortes Españolas, miembro nato por su condición de rector universitario.
En 1939, Enrique Luño Peña fue designado comisario de la entidad y, al año siguiente director general, hasta que fue sustituido en 1976 por José Vilarasau Salat (quien sería director general entre 1976-1999, presidente ejecutivo entre 1999-2003 y presidente de Honor desde 2003 hasta la actualidad).
Durante su mandato al frente de "La Caixa", Luño Peña consiguió los siguientes logros: En 1982 se constituye[7] una Fundación Cultural que lleva su nombre, cuyo objeto "consiste, con carácter general, en la promoción de actividades culturales y científicas que más eficazmente pueda contribuir al progreso espiritual, difusión del saber y perfeccionamiento humano, y, de forma específica, en propiciar el desarrollo de la investigación filosófica.jurídica y las actividades de carácter socio-cultural".