Enrique Servín Herrera

Dedicó su actividad al estudio, rescate, reviltalización y difusión de las lenguas indígenas del estado de Chihuahua —entre las que se encuentra el rarámuri, el guarijío, el tepehuán y el névome o pima bajo—, lo que le llevó a recibir premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional.

Se estableció preliminarmente que habría muerto a causa de un golpe en la cabeza, y siendo considerada su muerte como homicidio por las autoridades.

[2]​[3]​[4]​ Su muerte fue lamentada por autoridades y la comunidad intelectual tanto del estado como nacional, externando su pesar figuras como la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto,[5]​ o el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado;[6]​ o instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia[7]​ y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura;[8]​ entre otras.

Compilación de Alfredo Espinosa y Rubén Mejía.

El mar es un desierto: poetas de la frontera norte 1950-1970 (Universidad Autónoma de Nuevo León/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, 1999).