Enriquecimiento ambiental

El enriquecimiento ambiental en el cuidado de los animales en cautividad consiste en mejorar su bienestar tanto físico como psicológico identificando y proporcionándoles los estímulos ambientales necesarios para optimizar su calidad de vida.

El enriquecimiento ambiental puede beneficiar a un gran espectro de vertebrados e invertebrados como los mamíferos terrestres,[2]​ mamíferos marinos,[3]​ aves,[4]​ anfibios,[5]​ reptiles,[6]​ pulpos[7]​ y arañas.

La mayoría de los estímulos de enriquecimiento se dividen en seis grupos: Se puede argumentar que un estímulo puede considerarse enriquecimiento incluso si el animal reacciona de forma negativa, como por ejemplo olores desagradables, aunque deben evitarse los estímulos que provoquen miedo o estrés extremo y estímulos que puedan causar dolor al animal.

Opiniones contrarias consideran que el enriquecimiento solo debe provocar comportamientos positivos.

Los zoológicos modernos a menudo están diseñados con instalaciones enriquecidas medioambientalmente.

Elefante manipulando una bola suspendida incluida en el enriquecimiento ambiental de su instalación.
Enriquecimiento alimenticio: cilindro hueco perforado para que los osos se entretengan sacando la comida de su interior.
Instalación para cachorros de león con un columpio que pueden manipular y rodeado de antílopes que estimulan sus sentidos.
Enriquecimiento medioambiental: aviario para loros con elementos para que puedan trepar y colgarse.