Esta teoría establecía que enfermedades como el cólera y la tifoidea eran causadas por un vapor maloliente.
Las infecciones se producían como consecuencia de la exposición a condiciones ambientales no saludables.
Consecuentemente, el énfasis particular en estas intervenciones ha sido puesto bajo la responsabilidad de la habilidad que tiene cada individuo para realizar cambios hacia un comportamiento saludable, el cual crece significativamente a través de la educación.
Este enfoque, según Lalonde, llevaría hacia uno de los mayores impactos en la salud pública y sus políticas.
[2] El entorno construido está constituido por diferentes escalas que pudiesen categorizarse de acuerdo a su magnitud en: el nivel privado, el cual relaciona al individuo con espacios interiores en edificaciones; el nivel cotidiano, que se manifiesta en los espacios donde el individuo realiza su vida cotidiana basándose en su estilo de vida y hábitos; y el nivel urbano, asociándose a la ciudad.
Este concepto abarca las circunstancias materiales, las identidades sociales y las experiencias subjetivas, permitiendo un abordaje que considera tres estratos interconectados del entorno: El de estructura urbana, el de interacciones sociales, y el de emociones subjetivas y lazos, que componen lo llamado la intersubjetividad del espacio (Pranikoff and Low 2007).
Las variaciones geográficas en cuestiones relacionadas con la salud han sido estudiadas bajo dos razonamientos.
La relación entre la salud y el entorno construido puede ser determinada bajo diferentes enfoques como lo son: •El entorno construido, que abarca elementos físicos como edificaciones, calles, espacios abiertos e infraestructura en general, y su condición para promover actividad física.
La alimentación para Escudero debía basarse en 4 leyes fundamentales, que se relacionan entre sí: Ley de la cantidad: “La alimentación debe ser suficiente para cubrir las exigencias calóricas del organismo y mantener el equilibrio de su balance”.
Ley de la calidad: “El régimen alimentario debe ser completo en su composición para ofrecer al organismo todas las sustancias que lo integran”.
La finalidad de la alimentación es satisfacer todas las necesidades del organismo; en el hombre sano debe conservar la salud y en el hombre enfermo debe favorecer la curación y mantener el estado general.
La alimentación, el ejercicio físico, el descanso y la higiene son los factores principales que influyen sobre la salud.
Aquellos entornos que favorecen las relaciones sociales y afectivas, ya sean familiares, profesionales, o vecinales, aquellos que favorecen la integración del individuo y su desarrollo personal, así como los que promueven una buena forma física resultan muy importantes en la contención del sufrimiento mental causado por circunstancias externas o internas.
En las últimas décadas han surgido diversas interpretaciones y acepciones del término “Ciudad Saludable” atribuidas a diferentes autores.
[8] La vivienda es importante para la salud en cuestiones de la calidad del refugio que presentan ante el calor, frío, ruido, lluvia y contaminación.
Desde la perspectiva de la salud, el término de entornos que sustentan salud se refiere tanto al aspecto físico como al social, incluyendo los espacios donde las personas viven, sus comunidades locales, sus hogares, donde trabajan o donde juegan.
También abarca el acceso a recursos para vivir dignamente, las oportunidades que les ofrecen estos espacios y la capacidad de empoderamiento.
La identificación de estos escenarios recae en límites físicos donde las personas cumplen con roles definidos bajo una estructura organizativa.