Las entrevistas pueden ser conversaciones no estructuradas, libres y abiertas sin un plan predeterminado o preguntas preestablecidas.
[2] Una forma de entrevista no estructurada es una entrevista focalizada en la que el entrevistador guía consciente y consistentemente la conversación para que las respuestas del entrevistado no se desvíen del tema o idea principal de la investigación.
Por lo general, el entrevistador tiene alguna forma de registrar la información que se obtiene del entrevistado, a menudo tomando notas con lápiz y papel, o con una grabadora de video o audio.
Es un arreglo flexible en el sentido de que las preguntas posteriores se pueden adaptar para aclarar respuestas anteriores.
Las técnicas cognitivas que han utilizado son las siguientes: Más adelante se hizo una revisión de la entrevista cognitiva y se añadieron dos nuevos principios, que son estructurar la entrevista para que sea compatible con las operaciones mentales del sujeto y facilitar la actividad de los testigos utilizando la recuperación de la memoria.