Envenenamiento en Chiquinquirá

[1]​[2]​ La tragedia inició cuando una botella de Folidol se rompió y esparció su contenido sobre varios bultos de harina que eran transportados en un camión desde Bogotá.

[3]​ La harina fue comprada por la panadería Nutibara para la elaboración de pan; en ese lugar uno de sus empleados, que eventualmente moriría intoxicado, se quejó del fuerte olor que emanaba la masa.

Rápidamente, decenas de personas se agolparon en el hospital San Salvador, que contaba con solo tres médicos, y que en pocos minutos se vio desbordado por la cantidad de víctimas.

[3]​ El conductor del camión, Eresmildo Vargas, y el dueño de la panadería, Aurelio Fajardo, fueron detenidos como parte de la investigación por lo sucedido, pero eventualmente fueron liberados tras lo cual ambos abandonaron el pueblo y se establecieron en Bogotá.

Como respuesta a la tragedia, el Ministerio de Agricultura estableció fuertes regulaciones para la comercialización del Folidol, restringiéndolo en todo el territorio colombiano en 1991.