Este proceso incrementa la resistencia a cambios en las condiciones en las que se encuentra el preparado, tales como pH y temperatura; también mantiene las enzimas en un soporte durante la reacción, tras la que pueden ser fácilmente separadas de los productos y reutilizadas.
Estas características hacen al proceso mucho más eficiente, por lo que son ampliamente utilizadas en reacciones catalizadas por enzimas.
Sin embargo, estas sustancias insolubles dificultan la llegada del sustrato y la salida de productos.
El uso de una molécula separadora como el polietilenglicol ayuda a reducir el impedimento estérico para el sustrato en este caso.
Las enzimas también pueden ser inmovilizadas en una superficie utilizando marcadores de proteína, que pueden ser o no covalentes.