Este precio suele denominarse precio de equilibrio y tiende a mantenerse estable siempre que la demanda y la oferta no varíen.
Por ejemplo, un aumento en la oferta alterará el equilibrio, conduciendo a una disminución de los precios.
En general, un nuevo equilibrio puede lograrse en la mayor parte de mercados.
Esto es, no existen fuerzas endógenas que establezcan el precio o la cantidad.
En el diagrama, que describe curvas de oferta y demanda sencillas, las cantidades demandadas y ofertadas al precio P son iguales.
En otras palabras, los precios donde la demanda y la oferta están fuera del equilibrio son definidos como puntos de desequilibrio, creando escasez o sobreoferta.
Esto provocará cambios en el precio y en la cantidad de equilibrio del mercado.
Por ejemplo, en un modelo neoclásico de crecimiento, la población activa puede crecer a una tasa que sea exógena (determinada fuera del modelo por fuerzas no económicas).
En un equilibrio dinámico, el producto y el stock de capital físico también crecen a la misma tasa, siendo el producto por trabajador y el stock de capital por trabajador inalterados.