Éstos, embriagados, mataron a Icario, creyendo que habían sido envenenados por él.
Su hija Erígone y su perro Mera encontraron su cuerpo.
Erígone fue colocada en el firmamento como la constelación de Virgo.
[2] Según cuenta Ovidio, Dioniso «engañó a Erígone con uvas falsas»,[3] esto es, asumió la forma de un racimo de uvas para seducirla.
Erígone, habiéndose enterado del engaño, llamó por esto mismo a su hijo Estáfilo, ‘racimo de uvas’.