La localidad tuvo relativa importancia en la Cendea de Cizur.
Ya consta como habitado en 1222 y más tarde como señorío de realengo donde se ubica un palacio de cabo de armería que perteneció en 1513 a Antonio Olleta.
Más tarde el Marqués de Vesolla fue dueño y Señor del lugar.
Tiene una iglesia parroquial dedicada a San Adrián, en la actualidad abandonada.
[1] Datos según el nomenclátor publicado por el INE.