Ermita de Nuestra Señora la Virgen de la Ortisella

[1]​[2]​ Según cuenta la leyenda, en 1566 un labrador de la zona, posiblemente el dueño del vecino Mas d’Escrig, estaba trabajando la tierra con el arado tirado por mulos, cuando la reja topó con un obstáculo, que resultó ser la imagen de la Virgen.

Es por eso que se consideró que la Virgen quería permanecer en ese sitio concreto y es allí donde se levantó la antigua ermita, tras el permiso otorgado por el obispo de Tortosa, en 1567.

Además, fue restaurada a finales de los siglos XIX y XX, en sendas ocasiones.

A su izquierda, hay una ventana alta enrejada y, por encima, se puede contemplar un retablo cerámico que representa el hallazgo de la imagen y la inscripción "se renovó el año 1899".

Pero la devoción a esta Virgen se extiende por toda la comarca y otras tierras, efectuándose a este ermitorio numerosas visitas y romerías, entre las que destacan:[2]​