La fachada con orientación hacia una plaza o atrio al oeste, está alzada sobre una plataforma de poca altura.
Vista desde la orilla del río, la fachada presenta la misma composición común a muchas otras iglesias de la ciudad, con dos cuerpos de columnas pareadas, haciendo marcos para las hornacinas, una ventana grande al coro y un remate que la corona.
El impacto de esta fachada aumenta conforme se acerca a ella.
Y el observador cuidadoso se halla casi abrumado por la riqueza del diseño.
Niños atlantes sostienen los remates de las columnas y ala vez adornan el friso.
La hornacina por debajo del frontón que la corona, contiene un grupo magnífico de la crucifixión.