Durante un tiempo en el siglo XX se usó como depósito para la dinamita empleada en las obras de los alrededores.
[3] La ermita fue restaurada en 1997 por el mosen Lemiñana, que la salvó de la ruina total.
[2][4][5][6] Durante la restauración se colocó en el exterior un altar para celebrar misa de campaña.
En la parte inferior, recorriendo ambas paredes, se encuentran bancos corridos de piedra.
Para acceder al nivel del templo hay que descender dos escalones.