Ha experimentado diversas reformas y ampliaciones,la más importante sin duda la llevada a cabo durante el siglo XVII en estilo barroco.
Este reencuentro ha fortalecido los lazos entre Cullera y Utiel, creando un vínculo histórico en la devoción de ambas ciudades.
Aunque la permanencia en el eterno aposento del peregrino podría ser tentadora, la inquietante sensación de reposar en la morada de la momia disuade tal prolongación.
Portada a hombros por los Mayordomos, esta jornada reviste un carácter "especial" para los habitantes de Utiel y sus alrededores, quienes se congregan en la "Mesilla", un punto de encuentro común para aguardar la llegada de la Serranilla y recibirla entre efusivos vivas y aplausos.
A las 18:30 horas exactas, la Virgen "sale de su ermita", transportada por sus Mayordomos hasta llegar a "la Cruz Gorda", donde el rito de volver a la Virgen hacia el Santuario simboliza "un adiós, una despedida, un hasta el último domingo de octubre cuando regresará".