Se venera al Santo Cristo de la Cruz del Mercado, conocido popularmente como el Cristo de las Enagüillas por el paño que le cubre las piernas.
Restos del primitivo templo son los arcos góticos apuntados conservados en uno de los laterales exteriores y que salieron a la luz en la última restauración.
Las dovelas almohadilladas, que enmarcan el hueco, y las molduras del frontón, constituyen la única decoración exterior de la ermita, junto con las pinturas murales que rodean la portada, casi desaparecidas, representando motivos arquitectónicos fingidos y que pueden datar de principios del siglo XVIII.
Su construcción que data de los primeros años del siglo XV.
El Retablo Mayor, trazado entre 1673 y 1675, es la única obra que se conserva de José Simón de Churriguera en España.