Sus primeras pinturas muestran cierta cercanía a los presupuestos de la Hermandad Prerrafaelista, que había sido fundada en 1845 en Inglaterra; se aprecia en ellas un vivo interés por reflejar las costumbres populares de manera precisa y un tanto idealizada.
[1] Sin embargo, estos prometedores inicios se vieron frenados en parte por ciertos síntomas de inestabilidad mental.
La familia del artista, sin embargo, logró que volviera a Suecia, siendo internado en un hospital de Upsala.
A pesar de los crecientes ataques, Josephson continuó con sus actividades artísticas.
Su pintura se apartó del costumbrismo brillante y optimista de sus primeros tiempos, y, aunque atenta a la realidad cotidiana, adquirió tintes sombríos, altamentes expresivos.