Ervigio

[1]​ Alguien que pudiera casar con un familiar del rey debía ser de alto rango.

Sin embargo, no existe mención alguna en el Imperio bizantino de que alguien denominado Ardabasto hubiera sufrido tal castigo, pero sí se halla a un usurpador Artabasdo un siglo después, suceso que el autor de la Crónica de Alfonso III pudo haber conocido y haberlo incluido para deslustrar el ascendiente del rey Witiza con una ascendencia bizantina.

La Crónica de Alfonso III de finales del siglo IX y comienzos del siglo X indica que Ervigio drogó a Wamba, dejándolo en un estado cercano a la muerte, ante lo cual recibió la penitencia, y cuando Wamba se recuperó, se encontró tonsurado y aceptó retirarse a un monasterio.

Sin embargo, la designación de un rey por su predecesor no formaba parte de la elección del nuevo monarca, y dado que el 14 de octubre Wamba recibió la penitencia y horas después, el 15 de octubre, Ervigio fue proclamado rey, esta rapidez induce a pensar en una intriga palaciega, a lo que se añade que fue el propio Ervigio quien instaba a los obispos del XII Concilio a publicar los hechos.

[6]​ Al mismo tiempo, esta secuencia rápida de hechos indica que la historia posterior del veneno o la droga no puede ser cierta.

[7]​ En la intriga parece haber intervenido el metropolitano de Toledo, Julián II, quien ya había trabado amistad con Ervigio y era contrario a las medidas de Wamba para debilitar la sede toledana.

Un tremissis acuñado en Mérida durante el reinado de Ervigio.