Nombrado en 1504 superintendente general de las fábricas pontificias por Julio II, inició el nuevo proyecto para San Pedro del Vaticano, así como otros numerosos proyectos, entre los que se encontraba la unión del casino del Belvedere mandado construir por Inocencio VIII con el resto de palacios apostólicos, lo que efectuó mediante el Patio del Belvedere, articulado en tres niveles.
[1] Bramante diseñó una cortina arquitectónica en tramos rítmicos de pilastras, formando una retícula albertiana, con un ábside abierto en el centro simétrico —conocido como Nicchione—, donde situó unas escaleras de abanico romboidal que fueron pronto conocidas como «bramantescas».
A un extremo del hastial situó una rampa helicoidal —la llamada «escalera de Bramante»— de ascenso a la terraza, que más tarde fue decorada con una columnata semicircular realizada por Pirro Ligorio por encargo de Julio III.
Del trabajo de Bramante en esta y otras rampas del Belvedere escribió Giorgio Vasari: Situada en lo que ahora mismo es el Museo Pío-Clementino, esta construcción del Cinquecento italiano ha servido de modelo a posteriores escaleras que, inspiradas por Bramante, han seguido un patrón semejante.
Esta escalera, que suele estar cerrada al público para su protección y conservación salvo con cita previa y para fines de investigación, suele confundirse con la escalera de doble hélice que se encuentra al final del recorrido de los Museos Vaticanos, diseñada por Giuseppe Momo en 1932, que se inspira en la obra de Bramante.