La primera con ese nombre fue fundada en 1920, con el fundación de la "TZWISHO" (en Yidis: "צענטראלע וועלטלעכע יידישע שול ארגאניזאציע", Organización Central de las Escuelas Judías Seculares), y existe hasta hoy en día (2017).
Está ampliamente considerada como la institución que abrió el camino a la educación judía secular.
El historiador Ioshafat Harkavi afirma en su estudio, que la evolución de la comunidad en Argentina tuvo siempre "la mirada a Europa", es decir con conexión clara con lo que sucedía en sus países de origen y los problemas políticos que surgieron por ese motivo y a causa de ello.
En 1931 se abrieron con en el mismo nombre en las provincias como La Plata (cerca de la capital de Buenos Aires), donde enseñaron tres maestros; En Córdoba (dos maestros), y en 1932 se inauguró una escuela en Rosario.
Publicaron en la prensa local su intención, y pidieron a todos los representantes de las escuelas laicas del país, así como las instituciones educativas en el mundo, tales como "TZWISHO" que ayudan.
Finkelstein y sus colegas, que alguna vez trabajaron para ganarse la vida como obreros, participaron por sí mismos en la construcción.
Pemof dirigió el jardín de Infantes en la escuela durante 40 años, y Karduner se convirtió en vicedirector del colegio, con Finkelstein como director, que este último asumió el cargo hasta que emigró a Israel en 1968.
Se decidió llamar a las escuelas en nombre del escritor Scholem Aleichem, marcando los 75 años de su nacimiento.
En 1940 comenzó la construcción de una nueva casa para la escuela, donde reside hasta la fecha, en Serrano 341.
Domicilio que pasó a ser conocido para toda la colectividad judía de Argentina.
La construcción se llevó a cabo de acuerdo con el estándar más avanzado en el momento.
En el año 1951 se estableció el secundario en el campus central de la calle Serrano.
Esa formación se transformó en práctica permanente como también en el Instituto Gold de Jerusalén.
La escuela recibió las visitas del presidente del joven país de Israel, Chaim Weizmann, Zalman Shazar, ministros Golda Meir, Levi Eshkol, Moshe Carmel, escritores y figuras públicas.
En otras palabras, necesitamos una escuela no sólo para los niños, sino también para las madres, los padres y las familias.
En los lugares donde fueron capaces de construir un puente entre la escuela y los padres, el éxito iluminó a la educación.
El destino de la educación judía depende en gran medida del maestro...