[3] En mayo de 1996, el gobierno municipal, dirigido por el Partido Popular y Convergència i Unió, comenzó a exigir la documentación y realizar fichas policiales a los homosexuales que paseaban por la ciudad o en la playa.
La Coordinadora Gai-Lesbiana prefirió manifestarse en Barcelona, para no acrecentar la tensión en Sitges.
[4][2][3] Al llegar a Sitges, los grupos LGBT se encontraron que no sólo se enfrentaban a grupos de neonazis, sino que grupos de ciudadanos se habían organizado para insultar y tirar huevos a los manifestantes.
[3][4] Como consecuencia, el turismo gay disminuyó y tardó años en volver a alcanzar el nivel de 1996.
[5] A 2011, la escultura ha perdido por completo cualquier rastro de la pintura que la cubrió y la chapa estaba oxidada.