Las esmeraldas son piedras preciosas verdes que se extraen en varios entornos geológicos.
Se estima que Colombia representa entre el 70% y el 90% del mercado mundial de esmeraldas.
Las primeras esmeraldas registradas se remontan al antiguo Egipto, donde fueron especialmente admiradas por faraonas como Cleopatra.
En la antigüedad, las esmeraldas eran consideradas muy valiosas no solo por su belleza sino también porque se creía que tenían poderes especiales.
Se decía que podían aumentar la inteligencia, proteger matrimonios, facilitar el parto y permitir a su dueño predecir el futuro.
La única estipulación de Are fue que estos dos seres humanos debían permanecer fieles el uno al otro para conservar su eterna juventud.
[6] España tardó cinco décadas en dominar al pueblo tribal Muzo que ocupaba toda esta zona minera.
Los monarcas europeas y sus coretes amantes de las gemas provenientes de India, Turquía y Persia finalmente buscaron los tesoros que les ofrecía el mercado del Nuevo Mundo una vez que las gemas llegaran a Europa.
Este intrincado proceso produce las esmeraldas que se encuentran en las minas de Colombia.
Estos elementos son muy raros y contribuyen al color único de la esmeralda.
El verde oscuro se considera el color más hermoso, escaso y valioso para las esmeraldas.
Muzo sigue siendo la mina de esmeraldas más importante del mundo hasta la fecha.
[17] Los términos Muzo y Chivor no siempre se refieren a las minas particulares que llevan el mismo nombre.
En cambio, los dos términos, originarios del idioma indígena local, a menudo describen la calidad y el color de las esmeraldas.
Muzo se refiere a una cálida esmeralda verde hierba, con toques de amarillo.
[20] Debido a su valor en el mercado internacional, las esmeraldas colombianas generan un gran comercio ilícito.